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Polémica

Recortar en la Sanidad pública es recortarnos la vida

NUEVA DIRECCION

 

 

Paloma DE LA CALLE

A finales del pasado mes de marzo de este inolvidable 2011, usuarios/as y trabajadores/as de la Sanidad Pública Catalana asistimos estupefactos al anuncio televisado que nos informaba en boca del Consellerísimo de Sanitat (Sr Boi Ruiz) de que íbamos a ser atracados a mano armada, vilipendiados y ninguneados. Es decir, nuestra Sanidad Pública iba a ser 1º eliminada (cierres de camas hospitalarias, cierres de Unidades de Cuidados Intensivos, cierres de Quirófanos, cierres de servicios y disminución de otros; despidos de trabajadores/as del sector etc.) para posteriormente ser retomada desde intereses privados.

Le llamaron recortes, sin embargo, como bien hemos cantado en las calles estos 7 meses, todos y todas sabemos que son PRIVATIZACIONES.

Cabe reconocerle a CIU lo novedoso y maquiavélico de su plan privatizador, en Madrid por ejemplo la “Espe” se dedicó a inaugurar hospitales nuevos que nacieron ya con gestión privada, acompañándolo eso sí de un deterioro intencionado de la Sanidad Pública. CIU ha sido más práctico, los Convergentes han pensado que para qué construir hospitales nuevos si los que ya existen funcionan muy bien, disponen de unas instalaciones únicas y de una tecnología punta con la que difícilmente se puede competir desde la Sanidad Privada. Además, hacerlo requeriría de una fortísima inversión previa y la alta burguesía Catalana no está por arriesgar alegremente sus cuartos.

Así resulta que el populacho, nos encontramos de repente, que desde el Gobierno se ha decidido robarnos aquello que es nuestro, aquello que nos pertenece desde hace varias generaciones, pues esta Sanidad Pública que teníamos hasta ahora, ha sido construida y pagada con muchos litros de sudor e impuestos de muchas personas que a lo largo de sus vidas no han hecho más que trabajar y pagar. Asistimos pues a la expropiación de nuestra Sanidad Pública.

Pero esta no es la totalidad del plan “renove” que para la Sanidad Pública tienen los Convergentes. Todos y todas seguro que hemos visto diversas declaraciones televisivas del Sr. Boi Ruiz (el Consellerísimo) en las que exponía los dos pilares en los que se basa su plan para el futuro Sanitario Catalán:

  • En primer lugar el Sr Boi Ruiz (procedente de la patronal de la Sanidad privada) declara: “Una mutua privada es una solución para el sistema de salud público” y promete ventajas fiscales para aquellos ciudadanos que adquieran un contrato con alguna de ellas.
  • En segundo lugar se declara como un firme defensor del copago, que su gobierno piensa aplicar posteriormente a reducir el gasto sanitario, es decir, después de los Recortes Sanitarios que se están llevando a cabo.

No hace falta ser una gran visionaria para augurar que dicho plan esconde un Sistema Sanitario Público que con el tiempo va a provocar sobre la población una Eugenesia por nivel Económico, es decir, aquellos y aquellas que disponemos de menos recursos económicos, tendremos más dificultad para acceder al sistema Sanitario tanto público como privado, y por tanto estaremos más enfermos y enfermas, e inevitablemente ocuparemos en mayoría las estadísticas de mortalidad.

Sí, lo que estoy diciendo es que los ricos y ricas tendrán un derecho a la vida del que los y las pobres no gozaremos. Pero esto los Convergentes lo saben muy bien pues forman parte de los grupos económicos dominantes, aquellos que bajo intereses única y exclusivamente económicos, dirigen todos los aspectos de nuestras vidas. Aquellos que tienen claro que van a seguir manteniendo sus ganancias a costa de nuestras vidas si el guión lo exige.

En estos tiempos en los que el sistema productivo ya no es capaz de asimilar a los 5 millones de parados y paradas en el caso del estado español, la conclusión es que sobra gente, y evidentemente la gente que sobra es aquella que ahora en los momentos bajos del capitalismo, al estado le supone gasto.

Como colofón del glorioso rosario de declaraciones con las que el Sr. Boi Ruiz nos ha sorprendido a lo largo de este año, cabe hacer mención a aquella con la que logró erizar los pelos de “Amnistía Internacional”  en la que se expresaba así: “La Sanidad depende de uno mismo, no del Estado”.

Para aquellos y aquellas que “creen” en esta mal llamada “Democracia” y que por tanto entienden como sagrada su biblia “La Constitución Española” paso a citarles aquello que se recoge en la misma referente a la Salud Pública para con ello aumentar su indignación:

  1. Se reconoce el derecho a la protección de la Salud.
  2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.
  3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio.

De nuevo asistimos a un capítulo de cinismo institucionalizado, un chorrito nuevo de orina gubernamental cae sobre su democracia, demostrando lo relativa que es la Biblia Constitucional, y lo sencillo que resulta para los de arriba pasársela por el Arco del triunfo cuando conviene.

Traduciendo todo este maquiavélico plan en cómo el mismo afecta a los ciudadanos y ciudadanas en sus necesidades sanitarias se puede resumir en:

  • Aumento de las listas de espera tanto de enfermedades leves como de las graves: En el Hospital de Bellvitge desde que se han iniciado los recortes ha aumentado a dos meses el plazo para intervenir situaciones oncológicas; intervenciones que deben realizarse en un plazo inferior a un mes, se están prolongando hasta dos meses y se prevé que estos tiempos se alarguen.
  • Aumento de las horas de espera cuando se acude a Urgencias de un Hospital.
  • Aumento de la distancia (en Km) que se debe recorrer para acceder a un ambulatorio dado que muchos de ellos han sido cerrados.
  • Deterioro de la calidad asistencial debido principalmente a que la falta de camas obliga a veces a saltarse ciertos protocolos concebidos en su momento para garantizar la prevención en cuestiones de contagios (Protocolo Marsa) como la correcta atención de cuestiones sociales de los pacientes. En el Hospital de Bellvitge durante los meses de verano se han mantenido cerradas 300 camas de Hospitalización. Pasado el periodo estival, la Dirección del Hospital decidió no volver a abrir alrededor de 100 camas (incluidas camas de UCI entre otras).
  • Aumento de las horas de espera para ser intervenido quirúrgicamente con carácter urgente de una enfermedad grave como por ejemplo el Infarto Cerebral (Accidente Vascular Cerebral) o los Politraumatismos (accidentados que presentan múltiples fracturas),  debido por un lado a que se han cerrado Quirófanos y por otro lado a que se ha reducido el número de Hospitales de referencia de patologías que requieren alta especialización. Concretando más: los Politraumatismos graves en los que es vital el tiempo en que se tarde en atender al enfermo y de ello depende la vida del paciente o la gravedad de las secuelas, han pasado de ser atendidos sólo en 6 centros, de 10 centros en los que se atendían hasta antes de los recortes, y se esperan nuevas reducciones. En Bellvitge uno de los Hospitales en los que se concentra la atención a esta especialidad, la unidad de Traumatología de este Hospital ha estado recortada desde el pasado 23 de Mayo en un 50% y con carácter definitivo como ya mencionamos anteriormente.

A todo ello hay que añadir que evidentemente esta situación crea un estado de angustia,  frustración y rabia en todos los trabajadores y trabajadores del sector que el usuario y usuaria de la Sanidad Pública pueden ver traducido en una menor eficiencia y eficacia de los y las profesionales, así como la merma de la paciencia de los mismos por ser estos además quienes tienen que estar dando explicaciones a diario de una situación desastrosa de la que no son culpables si no tan sólo víctimas.

Los trabajadores y trabajadoras sanitarios están trabajando en estos momentos bajo mucha presión, están siendo además maltratados, ninguneados y humillados por parte del Gobierno de CIU, tratándolos en estos momentos como una plaga que hay que eliminar. Hay que tener en cuenta que en el último año en sector de la sanidad ha pasado del pleno empleo a una tasa de paro que ronda el 30%, que se ha logrado tanto a base de disminuir las contrataciones de suplencias como la aplicación de ERES (estos últimos con la complicidad algunos de los Sindicatos mayoritarios).

Quienes se han ocupado de cuidar de las vidas de la población a lo largo de décadas desde un Sistema Sanitario Público siempre con unos salarios irrisorios, merecen como mínimo respeto y agradecimiento. Resulta un poco kamikaze crear sentimientos de rabia y frustración en aquellos y aquellas en los que cualquiera de nosotros y nosotras (también los gobernantes) pueden en un momento dado tener nuestra vida en sus manos.

La respuesta de la población sin embargo creo que no ha estado a la altura del ataque gubernamental. Desgraciadamente la velocidad de los recortes y de la destrucción de la Sanidad Pública catalana, es muy superior a la capacidad de lucha que Usuarios y Usuarias están dando y que aunque creciente está resultando ser insuficiente.

El pasado mes de abril, cuando se anunciaron los recortes en sanidad, fueron los trabajadores y trabajadoras del sector quienes tomaron las calles, numerosas movilizaciones masivas se sucedieron, algunas excepcionalmente como en el caso del Hospital de Bellvitge se han mantenido en el tiempo, siendo ya 36 las veces que se ha cortado la Gran Vía a la altura del mismo.

Otros Hospitales sin embargo se han movilizado mucho menos tiempo, y no se ha logrado lo que sí se ha logrado en el Hospital de Bellvitge en el que ahora los y las usuarios de la Sanidad Pública han tomado el relevo a los trabajadores y trabajadoras del centro, y son los protagonistas por excelencia de los cortes de Gran Vía que cada miércoles a las 13h se siguen realizando desde hace ya 8 meses.

Cierto es también que son muchos los CAPS ocupados por gente de avanzada edad, que a estas alturas de sus vidas después de haber cotizado y levantado con el sudor de su frente una Sanidad Pública que hasta hace bien poco era de las mejores del mundo, ahora cuando más la necesitan, se les niega. Ellos y ellas tratan de impedir a base de ocupaciones, que se les niegue lo que es de derecho: la atención sanitaria y por tanto, el derecho a la vida.

Todas estas luchas aunque han logrado aumentar el nivel de conciencia de la población no han logrado por el contrario parar la ofensiva del Gobierno de CIU, que sigue cual gallito de corral pavoneando y amenazando con nuevos recortes para el año 2012.

Nuestra lucha por tanto no está a la altura y debemos ahora concentrar nuestros esfuerzos en subir el nivel de la misma, y atacar en la línea de flotación. La fuerza del personal de la sanidad reside en que son necesarios y necesarias, no se puede prescindir de todos a la vez ni tan siquiera por unas horas. La fuerza de los usuarios y usuarias reside en su número. Teniendo en cuenta que la población catalana alcanza los 7,4 millones de habitantes, susceptibles todos de ser usuarios de la Sanidad Pública (los socios de las Mutuas privadas también, puesto que las coberturas sanitarias de estas son insuficientes), si a estos les restamos el millón de personas (por llamarles de alguna manera) que han votado en las pasadas elecciones a CIU, nos queda la nada despreciable cifra de 6,4 millones de habitantes.

Seis millones y medio de habitantes que deben despertar urgentemente, 6,4 millones de habitantes que deberían estar todos defendiendo CAPS y Hospitales semanalmente, y acudiendo a todas las movilizaciones que se llevan a cabo en defensa de la Sanidad Pública.

Sí, tú, y tú que estás leyendo estas líneas, tú que en estos momentos te estás ruborizando pues todavía no te has dignado a defender lo que es de todos. Tú, estás a tiempo. Tú tienes la solución en tus manos, recupera tu dignidad y reacciona. Mañana posiblemente sea tarde, mañana quizás te cueste la vida.

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